jueves, 15 de septiembre de 2011

ATROPELLO A LA RAZÓN, el estado de la víctima es de pronóstico reservado.


Criminales y peligrosos tiempos para la razón. También, quizá por acompañarla, para la educación.

Ésta última es carísima de ver en la calle, en los salones de las casas, en los medios y en las aulas. Y no se me quejen, seguimos poniendo nuestro granito de arena, maleducado, a diario.

La primera escasea en cualquier parte.

No es este un post que comience optimista.
Es un texto perdido y desesperado: sin educación no convivimos y sin razón nos perdemos...
Perdidos como estas letras que se enredan en frases oídas, sentidas, inventadas, esperadas, inconexas; incluso razonables y educadas.

Frases que quieren ser la última, la definitiva, la que anonada. Como que El ser humano es cruel, pero también genial. Como que Es capaz de todo, ese todo esperanzador, no el otro, claro. O Que todo llanto esconde una sonrisa. Y mejor aún: Que esa sonrisa nos basta.

No voy a seguir porque para punto y final ésta es insuperable. Resulta que a tiempo estaba de terminar optimista.
Maldito factor sorpresa, siempre nos deja con el culo al aire y la risa floja. Esa que nos debería bastar...

No hay comentarios:

Publicar un comentario