Tú no sabes cuántas veces tengo que contar para vivirla.
Cuántas veces me duele la vista si no te veo y el tacto si no te toco.
No sabes que los días se me hacen horas y lloran las semanas y los meses crecen.
Cuántas veces me consuela lo inmenso de lo pequeño y me avergüenza cansarme y salirme fuera, con la puerta cerrada, sin entender bien las voces que oigo tras los cristales.
Tú no sabes, definitivamente, que el sentido es la risa y que también hay veces que guardo estas palabras en "borrador" para luego, mucho tiempo después, hoy de repente encontrármelas y darme cuenta alegremente que cada vez me hundo menos sin razón.
Que me estás curando el pasado, coloreando el presente y haciendo real un futuro.
Que la tranquilidad me está haciendo crecer al fin. Porque todo es más simple y cada día necesito menos.
El secreto va a ser que parece que usamos los mismos zapatos.
Pues no, son diferentes. Pero parecen iguales...